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Jul 12, 2021

Tu nevera en verano

Hoy vamos a brindarte unos consejos para que en verano tu nevera funcione perfectamente. 

Es probable que buena parte de ellos –cuando no su totalidad–, se refieran a cuestiones que mucha gente ya conoce, pero si alguno de ellos resulta de utilidad para alguien, nosotros ya nos sentiremos satisfechos.

¿Qué supone que tu nevera NO esté en condiciones óptimas?

Pues muy fácil…… RIESGOS para tu salud, MÁS gasto de dinero y MENOS sostenibilidad.

Y nos referimos principalmente al verano porque es la época más calurosa del año y, por lo tanto, si tu nevera no está en óptimas condiciones es cuando se pueden producir peores consecuencias. Pero, evidentemente, deberíamos tenerla en óptimas condiciones todo el año.

Para hacer una “puesta a punto”, que no requiere ni mucho tiempo, ni la ayuda de ningún profesional, lo recomendable sería llevarla a cabo una vez cada 6 meses, pero es crucial que, como mínimo, hagas una alrededor del mes de mayo o principios de junio, es decir, antes que el calor comience a apretar fuerte.

Algunos de los consejos que te damos son acciones puntuales que requieren unos pocos minutos y otros, en cambio, son las condiciones en que siempre debería estar tu nevera. Veamos:

1. Tener la nevera separada de la pared al menos unos 5 cm, para permitir una suficiente circulación de aire y facilitar así que el equipo refrigerador trabaje más relajadamente. Este simple detalle alargará la vida de tu nevera. Si la tienes encajonada entre paredes o muebles de cocina, es muy conveniente que disponga de algún hueco o rejilla que facilite el paso de aire por la parte trasera.

2. En la parte trasera de la nevera verás que hay como unas rejillas (muchas). Esto es el condensador, que constituye el verdadero pulmón de tu refrigerador, por lo que es vital mantenerlo lo más limpio posible. Puedes limpiarlo con un trapo (procurando que no esté húmedo a no ser que hayas desenchufado la nevera); pasarle una escoba suave de arriba a abajo o un aspirador. En el condensador acostumbra a acumularse mucho polvo y suciedad, lo que provoca que no pueda trabajar eficientemente y tenga que consumir más energía para lograr la temperatura que tengamos programada.

3. Aunque hoy en día la mayor parte de las neveras disponen del sistema “No Frost”, que evita la acumulación de hielo interior, si no fuera el caso, conviene revisar que no haya hielo acumulado y si lo tiene, parar el refrigerador y dejar que se derrita. Esta acción sí que te comportará más tiempo, pero es imprescindible realizarla, tanto para optimizar el rendimiento de la nevera, como por cuestión de higiene, puesto que en el hielo es muy fácil que se adhieran restos de productos o de envases y se queden ahí largo tiempo. Para minimizar al máximo la formación de hielo, es vital que cuando vayas a coger algo de la nevera tengas la puerta abierta el menor tiempo posible, ya que la entrada de aire caliente provoca condensación, que es el origen de la formación de hielo.

4. Por último, te aconsejamos que programes tu nevera a una temperatura entre 2 y 4º C, que es la ideal para que tus alimentos se conserven en óptimas condiciones. Si tu equipo no dispone de termómetro que te permita visualizar la temperatura real en su interior, te recomendamos que le incorpores alguno de fiable que te posibilite controlar este aspecto tan importante. También te ayudará mucho a la conservación de carnes y pescados, sobre todo en crudo, utilizar tuppers con rejillas en la base, que permiten separar los jugos va desprendiendo el producto del producto en sí, lo que facilita una mucho mejor conservación.

Y recuerda que… 

nevera en óptimas condiciones, es igual a más salud, menos gasto y más sostenibilidad en energía y desperdicio de alimentos…

Vale la pena, ¿no?

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